Hace ya unos años que tengo tu ausencia presente, has sido muy importante en mi vida y me transmitías el cariño que querías cuando querías, nunca te he guardado rencor por los errores cometidos mientras me veías crecer, y siempre guardo en mi cabeza momentos bonitos vividos junto a tí cerca de mí, conmigo.
Tengo en mi mente recuerdos tuyos y míos de cuando entraba en tu mundo de pintura y fantasía y me hacías partícipe de tu dulzura mágica mientras toqueteabas un lienzo o dabas forma a una imagen en un cuadro, siempre creí que decías cosas sin sentido, pero con el tiempo me he ido dando cuenta del sentido que tenían muchas de las cosas que decías, y no es raro que entre mis agobios aparezca tu cara y alguna frase célebre que me decías. Fuiste un padre excéntrico, diferente, poderoso, creador, imaginativo, artista, complejo.
Pero no eras un padre más, eras MÍ padre.
Aunque no soy nada partidario de celebrar este día: Al mío y a todos los demás: ¡ Feliz día!
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